Recolección de datos y las democracias; en fin, la hipocresía.

Cuando la alcaldesa Claudia López propuso recolectar datos de ubicación, género edad y otros, recibió reclamos porque puede alterar el uso de datos personales pero, ¿cuál es el debate de fondo?  



Esta semana ha sido muy controversial para la alcaldesa de Bogotá Claudia López, toda vez que al proponer una recolección de datos masiva a través de una 'app' en dispositivos móviles podía contemplar violaciones a la privacidad y administración de datos.

Aunque la recolección de datos no es nueva en Colombia en el marco de la pandemia por el COVID-19, sí que ha sido controversial: Primero, al no filtrar correctamente en las bases de datos de Ingreso Solidario, SISBÉN y Simit. Segundo, porque no todos tienen acceso a internet en un país tan desigual y una población urbana periférica y rural vulnerables. Con estos antecedentes, el ciudadano promedio entra en un lugar de desconfianza con la recolección y uso de datos por parte de gobiernos locales y nacionales.

En todo caso, había que seguir: si hay una piedra angular para combatir la pantemia se llaman datos: Número de pruebas, contagiados, recuperados, ubicación... así que el primero en lanzarse al agua fue Daniel Quintero, alcalde de Medellín, con la app Medellín Me Cuida, con la cual se recogen datos masivamente y se prioriza la atención con miras a atender la emergencia sanitaria. Al ver el éxito en la implementación, la alcaldesa López quiso replicarlo y recibió críticas, ¿a qué se debe esto?


Recolección de datos: Vigilar y castigar (doble) en Colombia 

Quizás una de las razones por las cuales López enfrentó las criticas que Quintero no tuvo radica en el poco porcentaje por el cual ganó su alcaldía en ya un lejano octubre, pues aunque ha recibido apoyo de sectores como el de Galán o el Centro Democrático para sus proyectos, en temas puntuales ha recibido total oposición como en este caso. Ahora, existe un asunto transversal y es que las políticas de recolección de datos en Colombia siempre castigan a quien da la información: Ingresar al sistema formal de empleo implica cotizar casi 100 dólares mensuales, abrir empresa una serie de reglas desiguales con puestos ambulantes que se saltan toda la norma, y aceptar ser parte de la clase en encuestas como el Sisbén implica ser totalmente productivo, pero no recibir apoyo alguno institucional.

En un primer momento, la alcaldesa obligaba a los ciudadanos a llenar los datos para poder salir a la calle. Pero con tantos problemas transversales (no tener un móvil, no saber manejarlo, no tener internet) y la oposición de restrigir las libertades a cambio, tuvo que recatar su decisión y hacerla a forma de recomendación. En medios, Claudia López lanzó una afirmación en forma de regaño: Pedimos la misma información que 'ustedes' le regalan a Facebook. Entonces, ¿cuál es el problema?


No es rechazar el jarabe porque cure, es porque sabe mal 

Muchos de los defensores de Claudia López establecieron un falso dilema al comparar la recolección de datos masiva por parte de la Alcaldía y la forma en que los ciudadanos se han vuelto temerosos con ésta, a pesar de entregarle los datos diariamente a otras apps. Pues aunque suene a boomer, muchas personas se preocupan por sus datos al gobierno, y es clara su diferencia, como sucedió hace un par de años en la disputa entre el FBI y Apple por la privacidad del teléfono de un terrorista

Ahora bien, los gobiernos deben crear estrategias para la absorción de datos, con el agregado de que las asociaciones con privados salen mal, como la campaña de Peñalosa con Cambridge Analytica. Algunos ponen como casos estelares la recolección de datos en China o en Estados Unidos, y la verdad es que podrán ser buenos ejemplos en cantidad de datos recogidos, pero no en procedimientos democráticos para la acumulación y manejo de datos. De por sí, todas las decisiones tomadas de el marco de la pandemia han tenido serias críticas por dejar de lado los principios democráticos. 

El asunto que nos atañe ahora es: ¿Cómo incentivar una recolección masiva y responsable? Una respuesta práctica quizás nos tome años o un lustro. La responsabilidad es un frente tan amplio que hasta la Unión Europea prefiere trabajar sin las grandes tecnológicas para retener autonomía en sus datos a través de GAIA-X. Por ello, la recolección de datos por parte de los gobiernos debe ser intuitiva, casi que sin pedírselo, a la ciudadanía sin que ello constituya una violación forzosa. Facebook lo hizo conectando personas, Tik-Tok con el video como gancho e Instagram a través de las imágenes. Un buen ejemplo es Estonia, en donde lograron que todos sus trámites sean digitalizados, desde peticiones hasta pasaporte, y los ciudadanos con gusto y estabilidad usan las plataformas que el gobierno ofrezca. ¿Cuál es nuestro gancho, qué necesitamos y demandamos? Una plataforma transversal de salud, peticiones, entre otras, que combinen varias instituciones, podría ser un buen comienzo.

Por último, no está de más recordar que los rastreadores de COVID-19 están siendo filtrados para seguimiento del comportamiento de las comunidades que protestan en Minnesota, como aseguró su Comisionado de Seguridad Pública. Así que con ese espejo, el afán no debe implicar violar los principios democráticos en Colombia.
 
 . full-width

Publicar un comentario

0 Comentarios