Matarife: ¿Seguridad de datos o astucia micropolítica?

Durante algunos días puntuales, en las redes sociales se ha hecho promoción de la serie "Matarife", enfocada en el político Álvaro Uribe Vélez.


Desde algunos días puntuales, algunos ciudadanos hemos podido observar cómo se ha hecho promoción a una serie a estrenar en los próximos días denominada "Matarife", la cual pretende realizar una simulación de algunos actos ilícitos que se le acusan al expresidente y hoy Senador, Álvaro Uribe.

Son, de vieja data, dichas acusaciones - relacionadas al paramilitarismo, corrupción, entre otros - como también el perfil ideológico de los medios y movimientos que refuerzan  la promoción de dicha serie en plataformas de redes sociales determinadas: Colombiano Indignado, Levy Rincón, ´Físico Impuro, por un lado, y actores de la política nacional como el partido Unión Patriótica y el congresista Gustavo Bolívar, para dar algunos ejemplos.

Esta 'serie' - como el mismo creador llama -  desde su emergencia en las redes sociales, a inicios del presente mes, ha generado una fuerza peculiar en el momento de su promoción. Mucha fuerza en redes sociales a pesar de tener unos interrogantes y una nula experiencia: ¿Box JellyFish Films alguien la conoce? ¿Qué documentación o qué informes ha generado Daniel Mendoza al margen de otros grandes constructores del conflicto como Gonzalo Guillén, Alfredo Molano ha producido? ¿Cómo garantizar ¿cinco? temporadas de una serie? ¿Tendrá canales de información más precisos de los que pueden determinar Daniel Coronell o Félix de Bedout? No, nada de eso. Desde su primer momento 'Matarife' se ha presentado como una campaña de expectativa una simulación de datos no conocidos sobre el expresidente. Esto tampoco es novedoso, pues en su momento Iván Cepeda, Carlos Galán o Daniel Coronell lo han expuesto y denunciado.

Ahora bien, ahí viene la pregunta, el elemento central de la discusión: ¿Por qué genera tanta expectativa 'Matarife'? Aquí acuden dos aspectos clave y son, primero, la baja popularidad del expresidente, pues su política de seguridad democrática envejeció muy mal en las nuevas generaciones con el novelísimo (y nobelísimo también) Acuerdo de Paz, así como las prácticas que se le denunciaron en su gobierno surgen en el gobierno actual, tales como la interferencia a la privacidad de la oposición o la política militar del body counting.

Por otra parte, emerge otro aspecto y es el nivel de organización de la oposición de izquierda antiuribista. Aunque sectores como el Polo Democrático o el sector Verde de Inti Asprilla hacen política dejando en el olvido al uribismo, algunos sectores quieren reavivar el debate uribismo-beligerancia como debate político central, porque tienen claro que al desaparecer el uribismo como eje central, sus posiciones radicales también serán poco recibidas. Aquí es donde se elabora una estrategia digital clave en tiempos de pandemia: Generar un contenido multimedia (una 'serie', en este caso), por un medio de difusión por el cual permita recolección de datos personales y requiera trabajo (Whatsapp, hubiese podido ser emitida en Youtube pero, ¿cómo recolectar números personales?) y establecer una expectativa reavivada en momentos puntuales.

Parece una astucia de estructura micropolítica. Esos datos personales servirán para enviar contenido similar más adelante, perfilar el tipo de elector y usarse en próximas campañas electorales. Pero los autores argumentan que no es por ello, que es porque el uribismo es violento y al publicar esta serie sufrirán persecución política y peligra por su vida. En ese caso, existen muchísimas herramientas: El uso de VPN (una herramienta masificada en china donde, recordemos, es un gobierno de partido único), subir el archivo a Google Drive, entre otras herramientas.

Pero aunque el asunto pareciera de audiencia, para algunos es de fidelidad. ¿Y tú, qué opinas?

 . full-width

Publicar un comentario

0 Comentarios